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viernes, 15 de abril de 2011

EL MARAVILLOSO MUNDO DE LOS “BUFFET”…

Hola, me llamo David Tapia García y tengo un problema: Soy un enfermo de los “buffet”… Ese maravilloso mundo de la alimentación por el que pagas un servicio y puedes comer todo TODO lo que te apetezca (eso incluye la cantidad que quieras). La clave es tener paciencia, no repetir platos y levantarte de la mesa las veces que desees. Lástima que no sea muy recomendable para la salud hacerlo con más frecuencia…

He tenido la gran suerte de pasar siempre las vacaciones familiares en hoteles que tenían “buffet” en sus comidas. Así que desde pequeñito me ha fascinado este maravilloso mundo. Cuando vas a un restaurante, lo principal y más importante es encontrar mesa para sentarte. Sin embargo, cuando acudes a un comedor de “auto-servicio” la necesidad de coger una silla desaparece y lo único que piensas es en coger un plato y servirte ya.

Probablemente debamos agradecer, en parte, a los ingleses, los desayunos “buffet” ya que ellos sí que saben hacer el verdadero “desayuno de campeones”. Zumo de naranja, huevos fritos o revueltos, bacon, salchichas,… ¡hasta alubias! Así aguanta uno todo lo que venga a lo largo del día… Si por un español fuera, con un vaso de leche (más colacao o café) y una pieza de bollería (magdalena, churro o tostada) iba servido. Los desayunos, para los ingleses; la siesta, para los españoles. Al pan, pan y al vino, vino. 



La “enfermedad” ha conseguido que la primera pregunta que haga cuando busco una reserva para un hotel sea: ¿Tiene desayuno incluido? A lo que, en algunas ocasiones, responden: No, pero tenemos una oferta de 2 x 1 que le podría interesar. “No, gracias. No me interesa, ¡lo único que quiero es desayunar…!” Supongo que tiene algo que ver con esta circunstancia de no desayunar como se debe normalmente. Fallo mío.

Dejemos el desayuno (y sabiendo que las cenas son ligeras para dormir bien y tal) y centrémonos en las comidas “buffet”. Porque si la primera comida del día es importante, la segunda ni te cuento… Es más, cuando voy a un restaurante de “auto-servicio” me olvido de desayunar y sólo ceno una pieza de fruta o un yogur. Del resto de la jornada se encargan los diez platos (por poner una cifra redonda) que voy a saborear y degustar.

Hace casi un año descubrimos en Barcelona (bueno, en realidad fue en Vic y gracias a nuestros buenos amigos Eva y Sera) la cadena de restaurantes “Wok”, comida japonesa unida a un excelente y amplia buffet de marisco, carne, verdura y postres, muchos postres. No tendría nada de especial si no fuera porque es muy barato y te hacen las comidas a la plancha y en vivo y en directo. Incluso en alguno de ellos, puedes hacerte tú mismo carne a la parrilla. Ah, y además, tienes gominolas y chucherías a montones.

Lo cierto es que los “Wok” se han puesto de moda por aquí y te encuentras con alguno cada 100 metros (algo similar a lo que ocurre con una sucursal de La Caixa…). Vayas el día que vayas, a la hora que sea, (incluso los domingos y festivos que es más caro que un días laborable), siempre hay bastante gente. Y entre éstos, llama la atención particularmente la cantidad de “abuelos” (personas mayores) que hay… ¿Por qué será?

Mi consejo es que una vez al mes merece la pena olvidarse de todo y adentrarse en el maravilloso y sabroso mundo de los “buffet”. Es mucho más fácil ver lo que puedes comer que pensar en los ingredientes que tiene un plato que ves en una carta y que no sabes ni lo qué es y ni si te gustará… ¡Buen provecho!

P.D.: Quizá sufra un retraso en la próxima entrega ya que se avecina una semana muy ajetreada… Después de 570 días, espero por fin visita en mi casita de Barcelona. Así que, por si acaso, ¡Feliz Semana Santa a todas y todos! 

1 comentario:

  1. joder tapia.. eres un cerdo y lo peor de todo es que lo sabes! jajaja

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