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viernes, 8 de abril de 2011

GRACIAS NOLE, GRACIAS RAFA...

Probablemente os preguntareis (sólo los pocos “adictos” a la lectura de mis “tonterías” claro está) a qué viene el texto si ya ha pasado tiempo desde la final del Masters Series de Miami… Pues sí, han transcurrido cinco días pero aún estoy saboreando y recordando el maravilloso espectáculo que nos brindaron los dos mejores tenistas del momento, el “invictus” Novak Djokovic y el “indescriptible” Rafael Nadal.

Lo cierto es que me lleve un disgusto del “copón” tras una nueva derrota de Nadal frente a Djokovic. Dos semanas después del torneo de Indian Wells, el tenista español tenía la oportunidad de endosarle al serbio su primer descalabro de la temporada y dejarle claro que él sigue siendo el rey mundial de la raqueta. Otra final, otra pista, una ciudad diferente, pero el mismo resultado: Nole, vencedor.

Sin embargo, algo cambió en Miami (y no me refiero al traslado de la costa oeste a la del este de los EE.UU.). En el anterior combate, Rafa entregó el título después de ganar con suficiencia el set inicial gracias en su mayor parte a su penoso servicio. Un “peaje” demasiado caro cuando se juega en pista rápida y cuando tienes enfrente al segundo mejor jugador del planeta y que lleva una racha impresionante.



Cuatro títulos de cuatro. Éste es el impresionante balance que presenta el señor Djokovic en el año 2011. Siempre he dicho que tenistas con talento y con una gran técnica hay “a patadas” pero que tengan además una fortaleza mental a prueba de bombas sólo hay (había) dos, Roger Federer y Rafa Nadal. A estos privilegiados se les ha unido esta campaña el tenista serbio. Nole ha encontrado por fin el equilibrio entre su grandísimo tenis y su cabeza, algo indispensable para triunfar en el deporte.

Parece una tontería pero sin esa cabeza bien amueblada, el balcánico no se hubiera recompuesto en el definitivo “tie break” del último set en Miami. Rafa comenzó dominando la situación con mejores golpes, desarmando a su rival que parecía desaparecido en estos primeros compases. No obstante, Djokovic se rehizo de forma extraordinaria y dejó grabado que hoy por hoy está sublime e indestructible.

Nadal no puede desesperarse ya que completó una magnífica gira estadounidense y sólo perdió por unos pequeños detalles que una vez caen de un lado y otras, de otro. No tiene que demostrar nada a nadie porque ya lo ha hecho, es el mejor (para que a nadie se le olvide, es el número uno de la clasificación mundial) dentro y fuera de la pista. Además, cuando se pierde desplegando tu mejor tenis, dándolo todo, esforzándose al máximo no se puede reprochar nada en absoluto. Unas veces se ganan y otras se pierden.

Ahora llega la tierra, el paraíso particular del tenista español. Montecarlo, Barcelona, Madrid, Roma, todos han visto coronar al rey de la arcilla una y otra vez. Año tras año, Nadal ha encadenado tres y hasta cuatro torneos de una “tacada” antes de la gran cita de Roland Garros. Veremos si Djokovic aguanta el ritmo que se ha impuesto con este comienzo tan superlativo y si Rafa puede acabar con su racha. Lo único de lo que podemos estar seguros es que los aficionados al tenis disfrutaremos como nunca…

P.D.: Ver tenis de alta escuela me ha vuelto a meter el gusanillo en el cuerpo. Voy a intentar enseñarle un poquito de lo que me quede dentro a María, a ver si tenemos en casa una potencia femenina del tenis y no lo sabemos…Veré lo que puedo hacer…jeje!

P.D.: Cambiando de tema: Inda, hoy te has librado de “chiripa”, incluso podría decir que todavía estoy a tiempo de “meterte mano”… pero no me apetece. Aunque, no desesperes y no te preocupes que tarde o temprano caerás de una forma u otra. Al fin y al cabo no vas a dejar de decir bobadas en tu panfleto periodístico. Me relamo los dedos de lo bien que me va a saber escribirte todo lo que te tengo que decir… ¡PREPÁRATE BOBÍN!






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